Por fin se quedaron los tres puntos en casa

Y un domingo nublado, en nuestro querido Estadio Centenario, volvió a ganar Quilmes. Después de meses, se cosecharon los tres puntos y comienza a sumar en la tabla de promedios, con el máximo objetivo de permanecer en Primera División.

En un contexto amargo, rodeado de dudas y con presión, el Cervecero respira desde abajo. Dentro de un grupo se intenta trabajar y se refleja, mas allá de equivocaciones que tienen que tratar de corregirse. Se mostró que hay ganas de sumar, de seguir luchando en lo que vale para Quilmes. El juego fue dinámico, en conjunto y en ciertos momentos prolijo con algunas jugadas, teniendo en cuenta que tenia enfrente a un All Boys desconocido o simplemente atado y presionado por el local. Esas fueron las diferencias que se destacaron, el hecho de ir hacia delante. Por eso se pudo apreciar un gran gol desde el área grande en este caso de un mediocampista con buen pie como Juan Manuel Cobo.

En aquel momento hubo un silencio en el Centenario, solo unos segundos para apreciar la jugada, la pegada y finalmente el gol. Un suspiro para ver que desde afuera se puede intentar, un aspecto que en Quilmes no se ve muy a menudo.

Seguimos buscando, y encontramos la utilización de los laterales, Goñi como siempre participando y en este caso, se le suma Mandarino, que a mi criterio es el indicado para marcar en la banda derecha, por su lectura del juego y su rapidez en la marca. Simplemente eso es algo que se tiene que observar. Hoy, el trabajo en conjunto se cumplió, y completamos con el segundo gol de Jacobo Mansilla, prácticamente solo para pegarle y marcar otro tanto a favor.

Acá es cuando viene el problema, Quilmes tiene el partido ciertamente dominado, presionando sin que llegue el rival. Pero una vez que tiene el resultado de su lado, le cuenta mantener el juego propio, no solo porque el rival intenta atacar mas y mas, sino porque el esquema se retrasa y los mediocampistas defienden en vez de buscar salir jugando hacia delante. No se trata de culpa, solo de ver y no repetir los errores una y otra vez. Ya no hay tanto tiempo para equivocarse en los partidos.

Si, se ganó. En el fútbol es lo que importa y hoy en día, en Quilmes también. Para los que observamos fútbol, vemos irregularidades, que para el Cervecero pueden llegar a ser una cruz.

Hay que seguir trabajando, el día a día ayuda para corregir los errores. En los partidos se tiene que dejar todo, ganar los tres puntos y respirar para el próximo encuentro.

En fin, para los que solo ven lo malo de todo, no señalen al supuesto responsable, sea una o dos personas. Decidan apoyar, ¿cuesta? Y bueno, hay veces que el trabajo sale mal. Tratemos de evitar la violencia. Disfruten si se gana, observen lo malo pero no desesperen, no es la solución.

Y para cerrar, fue un día colmado de nubes grises, amenazando una fuerte tormenta, pero siempre las banderas azules y blancas presentes, eso fue lo mas apreciable aparte del ajustado triunfo. Los de siempre siguen alentando!

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