Elegir el momento

Hay que partir de una verdad: el punto, suma. Esto es para los vivos, más todavía cuando peleas el descenso y cada poroto es oro. Lo entendió Gallego tirando la colita atrás. Lo aceptó De Felippe y firmaron la paz por los minutos restantes. Ahora, la pregunta es, más allá de que sirva, ¿está bien? ¿había que aferrarse al empate? ¿hubo miedo a perder?

Bueno, de lo último no hay dudas. De hecho, el DT, en su explicación post partido, dijo que el trabajo que le hacía Oberman para defender no se lo hace Cauteruccio. Está claro eso, y a la vez confirma que Omar prefirió cuidarse la retaguardia antes que arriesgar. El tema es… ¿no era mejor jugársela contra Independiente, un rival inferior (desde el juego, un poco) que ya se había metido atrás? Digo, porque en el horizonte está Lanús de visitante, San Martín en casa y Belgrano en Córdona… que es algo así como decir que, de nueve, conformate con cuatro.

Y no es que Quilmes no pueda ganarle al líder o al Pirata, claro que sí. Esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa, además de que el Cervecero está lejos de ser una lágrima. Pero seguramente hubiese sido más probable meterle un gol a Independiente que a ellos. El problema, para mí, fue la planificación, no haber elegido el momento para arriesgar.

Qué se yo… no está mal a veces pensar que pájaro en mano son más que diez mil volando. Aunque soy de la idea que hay que saber cuándo conviene aferrarse a lo que tenés y cuándo apostar todo en la rula. Pensando en lo que viene, el sábado había que jugarse una ficha más. Para mí se equivoca De Felippe, aunque tiene la chance de demostrar que eligió bien.

Todavía hay aire, no lo desaprovechemos. Y parece que, por este camino, va a seguir habiendo. Pero seamos pillos, que de eso se trata.

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