Me cansé de leer y escuchar por ahí a varios que no entendían por qué festejábamos (los que lo hacíamos). No soy Sabina, pero me sobran los motivos. Porque, está bien, los números te condenan en junio, pero en el medio no son lo único que cuentan. Un punto de local contra Rafaela, en la previa, no lo queríamos. Joya, estamos de acuerdo. Pero cortala con el idealismo y festejemos todo lo bueno que pasó. Como si Quilmes nos diera alegrías así todos los fines de semana..
Y no sólo tenemos que festejar levantar un partido que estuviste, dos veces, dos goles abajo. Cuando nos pasa a nosotros que nos empaten, nos queremos matar, nos sentimos los más giles de la fiesta. ¿O no se acuerda, por ejemplo, con Colón? ¿Qué? ¿Está mal que ellos festejen? Sí, ya sé, eran visitantes y nosotros locales, pero cómo no vas a alegrarte si no sólo ganaste un punto, sino también le hiciste perder dos a un competidor directo. ¿No lo vas a festejar?
Además, Quilmes jugó bien, hermano. Pocas veces lo vi llegar con tanta velocidad y precisión. Buen nivel en varios (Mansilla y Menéndez me parece que son los más parejos), una idea que, con resultados que te dan tranquilidad, va aceitándose y capacidad de reacción ante la adversidad, algo que hace bastante que no se veía.
Ahí también hay que darle algún poroto al técnico. Esta vez, los cambios fueron los que tenía que hacer y en el momento que tenía que hacerlos. También fue inteligente para leer el partido y poner a Chirola a manejar los hilos en la mitad, tirar a Tele a acompañar al Polaco y a Cauteruccio como un penetrador serial, a lo Manu Ginóbili pero en un deporte más lindo.
Cauteruccio. Esa es la mejor noticia. Ahí creo que ganamos. Porque si resignar esos dos puntos sirven para que el uruguayo vuelva a ser lo que era, no tengo dudas de que valieron la pena. Imaginate al Quilmes de las últimas dos o tres fecha y súmale al Caute del Inicial. ¿Listo? ¿Lo lograste? Ahora decime la verdad. ¿No hay que festejarlo? Ganamos.