Ladrillo por ladrillo

 

No descubro absolutamente nada si digo que Quilmes y Rafaela jugaron un partidazo. Esta nota no pretende ser una crónica obligada de algún diario de alcance nacional.

Es nuestro deber (y nuestra pasión) hablar del Cervecero, y si bien casi todos fuimos al centenario a buscar los tres puntos, el empate sirve, más que nada teniendo en cuenta el desarrollo del partido.

En el análisis del partido frente a Unión remarqué que resultaba necesario e imperioso que tanto jugadores como cuerpo técnico se calcen el overol y se mentalicen que todos los partidos hay que salir a jugarlos con el mismo tesón y con el mismo objetivo entre ceja y ceja, y lo que más me reconforta es saber que así se están haciendo las cosas.

Claro que en el camino se van a perder puntos, ya sea por méritos del rival o por defectos propios como el caso de ayer. Pero la actitud no se negocia.

El primer tiempo fue de Quilmes excluyentemente, solo que no entró.

El equipo de De Felipe lo buscó por doquier, con un Oberman muy movedizo (a veces retrasado para paliar los errores de Díaz) y con un gran Menéndez pivoteando todo el frente de ataque pero con la clara falencia de no contar con un nueve de area que sea el que la mande a guardar.

Ya en la segunda parte vino el festín para los hinchas de ninguno de los dos equipos.

Digo esto porque no se como lo habrán vivido los hinchas de la crema pero por lo menos a mi se me salía el cuore por la boca.

Apenas empezada la etapa complementaria Díaz perdió la marca de Eluchans y el ex Independiente marcó el primero para la visita. Incertidumbre y desazón general.

A los veinte Germán Rodríguez Rojas encontró una bola en la orilla de la medialuna y sacó una volea impresionante que fue a parar al fondo de la red.

La desazón se Transformó en alerta general. La reacción tenía que se ya.

Y así fue: dos minutos después el mejor jugador de Quilmes metió un hermoso cabezazo para descontar y así acrecentar las esperanzas del Cervecero.

Íbamos por el empate, pero otro error propio, esta vez de Trípodi, le permitió al debutante Eduardo Domínguez volver a estirar a dos la ventaja de Rafaela.

Parecía no ser la noche de Quilmes y que el destino así lo quería, pero inmediatamente, Martín Cauteruccio se reconcilió con el gol y otra vez el descuento hacía renacer la fe del Decano. Y a falta de tan solo cinco minutos, el ex Quilmes Fabricio Fontanini nos dio una gran mano venciendo su propia valla y sellando el empate definitivo. De hecho Quilmes pudo haberlo ganado ya que siguió insistiendo y daba la sensación que de haberse jugado cinco minutos más los tres puntos quedaban en casa.

Muchos hinchas, entre los que me incluyo, se fueron con una sensación ambigua del centenario, si se ganaba se salía del descenso, no se pudo dar, pero creo que por como se dio el desarrollo del partido el punto se transforma en un ladrillo pequeño pero ladrillo al fin que ayuda a seguir levantando el muro que divide primera división con la B nacional. Quilmes quiere quedarse de este lado.

 

El uno por uno

 

 Trípodi (4): Responsable directo en el tercer gol de Rafaela. Volvió a fallar en los saques. No aportó seguridad.

Mandarino (5): Muy voluntarioso en todo momento pero dubitativo en la proyección. Alternó buenas y malas en la marca.

Olivera (6): Si bien cometió algunos errores (le ganan en el centro del primer gol), ganó muchas marcas y siempre estuvo firme por arriba.

Martínez (7): Mejoría notable la que mostró Coco, firme en la marca, concentrado en todo momento, voz de mando y hasta mostró personalidad para salir jugando.

Goñi (5): Le costó cubrir su sector y dio algunas ventajas, igualmente se lo notó comprometido como siempre.

Díaz (3): Muy flojo partido del ex Huracán. Cansino y desconcentrado, mal a la hora de quitas, pésimo en la distribución. No fue opción defensiva y mucho menos ofensiva. Perdió groseramente la marca de Eluchans en el primer gol.

Cobo (5): Alternó buenas y malas tanto en los quites como en la entrega del balón. Se tiene confianza para pegarle al arco y eso es positivo.

Mansilla (5): Constante ida y vuelta por la banda izquierda aunque esta vez sin la peligrosidad de otra veces.

Elizari (5): No tuvo su mejor partido, por momentos se lo notó perdido y con algunos errores infantiles. Igualmente siempre quiso imponer su buen juego.

Oberman (6): Interesante ida y vuelta por la derecha, se las arregló bastante bien para generar varias situaciones de juego. No fue más punzante porque debió retroceder para enmendar los errores de Díaz sobre la banda derecha.

Menéndez (8): Sin dudas el mejor jugador del equipo en lo que va del torneo. Las pelea todas y la mayoría las gana, muy inteligente para jugar de espaldas y aguantar las pelotas. Gran visión de juego en equipo. Encima volvió a convertir un golazo. INDISPENSABLE.

Telechea (5): Mucho empuje pero sin la claridad que supo tener. Pudo darle la victoria al Cervecero sobre el final.

Romero (5): Entró para intentar desequilibrar desde el mediocampo. No logró desnivelar pero fue importante para que el equipo tenga la pelota.

Cauteruccio (7): Se lo notó con más ganas. Convirtió el segundo y fue partícipe del tercero al tirar un buscapié que tuvo destino de gol en los pies de Fontanini. Debe seguir sumando buenas actuaciones como estas.

 

La gente

 Unas catorce mil personas se acercaron al centenario en busca de la victoria que hiciera salir del descenso. Muchas banderas de palo y mucho aliento. Curiosamente se pudo observar el telón que solía estar sobre la ex preferencial en la Indio Gómez baja.

Con los goles de Rafaela el nerviosismo fue en aumento aunque luego de ambos descuentos comenzó a sonar el “movete Quilmes movete” de manera ensordecedora. El aliento surtió efecto y la gente estalló de alegría tras el empate conseguido. Despidieron al equipo con un fuerte y cerrado aplauso.

 

 

 

 

Fotos de Alberto Hougham para PasionCervecera

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