Tremenda trompada al mentón recibió Quilmes en su excursión a Córdoba. Y si bien todos sabíamos que era una parada brava, creo que ni el más pesimista imaginó semejante diferencia. Tanto jugadores como entrenador tuvieron una pésima actuación y las cosas parecen complicarse.
El Cervecero no la pasó bien en la docta y sufrió una justa goleada basada en dos fuentes: la gran actuación del equipo de Zielinski y el más que flojo accionar de los conducidos por De Felippe.
El equipo raro puesto en cancha hizo agua en casi todos lados y en casi todos los momentos y el resultado final fue pura lógica. De un lado un equipo que intentó siempre ser protagonista, que quiso jugar al fútbol, que utilizó correctamente todos los recursos disponibles y que fue inteligente para percibir y aprovecharse de las fallas del rival. Por otro lado un equipo que pareció un rejunte de amigos que alquilan una de once y patean un rato.
El pirata empezó a de a poco a ganar la mitad de la cancha y a utilizar tanto las bandas como el centro del campo, y tan solo a ocho minutos de comenzado el partido un doble error de Cobo y Martínez le permitieron a Melano poner en ventaja a Belgrano. Quilmes lejos de responder de manera creativa, siguió con los pelotazos al área, los cuales carecían de peligrosidad significativa.
Menos de veinte minutos después de la primera conquista celeste, un bombazo de Márquez mal controlado por Típodi estiraba la ventaja de los locales.
Solo una rato de la majestuosidad de Elizari le daba alguna esperanza a Quilmes.
Apenas comenzado el segundo tiempo Farré marcó el tercero y la esperanza se diluyó completamente. Diz descontó para Quilmes pero le anularon mal el gol.
Como reflexión final solo quiero decir que si bien seguimos bancando al equipo y al entrenador, también consideramos que este plantel posee mejor material que los once que ayer salieron a jugar. Es hora de apostar por jugadores que han rendido más o en el peor de los casos aún no se han mostrado. Queda claro que hay ciertos nombres que no están a la altura de lo que se está jugando. El sábado hay revancha.
Uno por uno
Típodi (3): Responsabilidad clara en los dos primeros goles: en el primero por no salir a tiempo y en el segundo por no poner ambas manos ni saltar. Flojo.
Serrano (2): Pésima performance del lateral derecho: sin marca ni proyección, errático en los pases y pegando demasiado. Vio la roja.
Martínez (3): Un error grosero suyo le permitió a Melano abrir el marcador. Nervioso e impreciso.
Lema (3): De poca marca y pobre juego aéreo. No demostró solvencia en ningín mano a mano.
Goñi (4): A tono con el equipo. No se lo nota seguro. Perdió varias marcas.
Romero (5): Muchos intentos pero poca claridad, no supo como lastimar.
Cobo (4): Mal partido del volante. De un mal despeje de el llega la jugada del primer gol. Mal en la distribución.
Mansilla (5): Intentó bastante por la izquierda, aunque fue superado casi siempre.
Elizari (7): La joya de Quilmes: Quiso jugar siempre y fue el único que generó peligro real. Estuvo a punto de convertir un golazo, pero Olave lo impidió. Lo mejor del euipo.
Oberman (4): No fue punzante como delantero, solo algunas corridas y muchas imprecisiones.
Diz (4): Muy estático y con evidentes problemas para gravitar. Tuvo su gol, que fue mal anulado.
Cauteruccio (6): Entró bien, movedizo y con ganas. Fue una buena opción para descontar aunque estuvo muy solo.
Fotos de Alberto Hougham para PasionCervecera.