Juguemos por un instante a preguntarnos el motivo, razón o causa que hayan hecho que Quilmes se quede sin nada en en un partido que era fundamental para escaparse en los promedios. Creo que el 99% de los que respiramos fútbol coincidirá en que Quilmes perdió por ingenuo, por boludo, dicho en criollo.
Pero si nos ponemos un poco más serios, hay que decir que el equipo pagó caro no poder/saber sostener el nivel exhibido en el primer tiempo. Fue un lujo ver a los jugadores tocar, armar todo tipo de jugadas, dominar la pelota, saber cortar cada avance enemigo y convertir.
Toda esa belleza de desmoronó tras el primer gol cuervo. Anotación extraña si las hay. Con un Buffarini impecable entrando por la derecha, una banda mal marcada debido a la lentísima atención médica de Goñi. Esas ingenuidades se pagan caras.
A partir de ese momento el Cervecero sintió el golpe y como que se cayó, necesitó de otro mazazo para volver a levantarse. Error compartido entre Martínez y Trípodi, gran definición de Verón y el Cervecero que se iba quedando con las manos vacías en casa. Obvio que se fueron con todo para arriba a buscar el empate, pero esta vez no hubo gol milagroso en el final.
Me queda la sensación de que este partido deja varias lecciones a tener en cuenta: lo infantil de ciertas actitudes deben ser revisadas, o el jugador sale o se lo atiende rápido, una de dos, no se puede dar la tremenda ventaja de jugar por espacio de cuatro minutos con un hombre menos.
Por otra parte creo que el ciclo de Emanuel Trípodi en Quilmes está concluido.
No eramos el Bayern Munich antes y no somos el Chicago de la B nacional ahora. Todavía tenemos cierta ventaja en los promedios. Hay que saber reponerse rápido de este golpe y avivarse en algunas cosas. Nos vemos el domingo en el cementerio.
Uno por uno
Trípodi (3): Responsable directo en el segundo gol de San Lorenzo por no achicar debidamente. No aportó seguridad en ningún momento y sigue atornillado bajo los tres palos.
Quilez (7): Buen desempeño del ex Colón. Finísimo con la pelota en los pies, aunque un poco impreciso en los pases. Subió mucho pero siempre volviendo rápido a su posición de marcador.
Martínez (4): Muy irregular, perdió la marca de Verón en el segundo gol sanlorencista. Dubitativo y nervioso.
Lema (7): Muy buen partido del central que viene mostrando un gran nivel. Estuvo atento y firme en la marca y ganó todo de arriba. Un detalle: da muy buenos pases a distancia.
Goñi (5): Irregular tanto en la marca con en la proyección. Debe recuperar su nivel.
Romero (5): Bien en la marca y en el sacrificio. Con poco aporte en ataque.
Cobo (5): Arrancó bien pero se deslució en la segunda etapa. Sigue entregando mal la pelota.
Mansilla (4): Lejos de su mejor rendimiento. No fue opción clara de ataque y cuando jugó de marcador izquierdo, debido a la atención de Goñi, no supo ubicarse y llegó el gol de San Lorenzo.
Elizari (7): El diamante en bruto Cervecero sigue haciendo de las suyas. Convirtió el gol Decano y siempre intentó jugar. Creador de triangulaciones. Artífice de cada jugada de riesgo. Nunca se achica.
Oberman (5): Interesante pivoteo en el primer tiempo. Mucha colaboración. Se fue desdibujando en la segunda parte.
Cauteruccio (7): Buen partido del uruguayo. Fue el gestor de la jugada del gol. Se mostró siempre participativo y peligroso.
La gente
El clima y los incidentes del pasado fin de semana hicieron que merme un poco la cantidad de público, pero así y todo un buen número de hinchas se acercó al estadio Centenario para alentar al Cervecero.
Los tirantes, el telón de Argentina, los bombos luminosos y los instrumentos de viento le dieron un muy buen marco a la tribuna que arrancó con todo el aliento. Aunque después del empate el aliento decayó un poco. El público pudo deleitarse con el ritmo de los kamiqaces, los chicos encargados de tomar los bombos, redoblantes, repiques y demás instrumentos de percusión.
A la salida un chico Cervecero de toda la vida fue asaltado por supuestos hinchas de Quilmes, quienes armados despojaron al muchacho de todas sus pertenencias bajo amenazas de matarlo en el caso de que opusiera resistencia. Purguemos por que estas lacras no gocen de impunidad en la cancha y en la sociedad en general.