Viva el fútbol

tapaalicolon

Me van a tener que disculpar. Ya sé que están todos haciendo cuentas, que ya pasó todo, que viene el puntero (y el mejor) del campeonato, que hay que resolver quién va a reemplazar a Martínez de acá a un rato largo. Entiendo. Pero creo que muchas veces todo lo que rodea al fútbol (lo que se juega, las presiones, la ascendencia social de los clubes, la guita que se mueve) nos hacen olvidar la esencia lúdica de la cuestión. No está mal, no hay culpables. Simplemente ocurre.

Por eso es tan saludable que de vez en cuando uno se permita recordar que esto es un juego. Porque entre tanta maraña de suspicacias, de especulaciones, de promedios, de declaraciones, tiene que pasar algo verdaderamente significativo para que agaches la cabeza y pienses “ah, pará, era esto”. Y eso pasó en Santa Fe. Vimos fútbol en serio. Pudimos disfrutar de un equipo que jugó un partido casi perfecto.

Aquellos que no sólo somos hinchas de un club y que dejamos de fondo cualquier partido de cualquier liga ignota con tal de ver una N° 5 contra el piso, siempre tenemos el íntimo deseo de que nuestro equipo nos llene los ojos, más allá de los objetivos deportivos que tengan que ver con los números. En los últimos tiempos, Quilmes supo encontrar una línea de juego constante e innegociable. Alguno dirá que no tiene plan B. A mí dame a estos que no saben hacer otra cosa que mirar el arco de enfrente.

El emblema de esa filosofía de repente desapareció de la escena por lesión y hubo que buscar a otro en potencia. Por suerte apareció y se la bancó. Y cuando estuvo en llamas, volvió su predecesor. No podía salir de otra forma. Volvió Caneo con Elizari al lado y Quilmes explotó. Y este encuentro propagó una voracidad en todo el conjunto, que no tuvo un solo punto bajo y consiguió el resultado que mereció. Tres goles fueron la exacta diferencia en cancha sobre Colón.

Se podrá disentir, pero desde la humilde responsabilidad que me sindica firmar esta columna, quiero esto para Quilmes. Quiero a los tipos que juegan bien y a los que contagian al resto. Punto para Garnier también en este aspecto. Quiero que no nos afecte que no nos cobren dos penales porque tenemos equipo para hacer tres goles en un lugar donde no ganamos hace 40 años. Quiero que no nos olvidemos que siempre es más importante la pelota que la calculadora.

 

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