Muy buen espectáculo brindado por Quilmes y San Lorenzo, donde los dirigidos por Vivas lograron imponerse por tres tantos contra dos.
Cinco goles y varias situaciones fueron los protagonistas en la fría noche quilmeña.
De entrada ambos equipos mostraron sus ganas de llevarse la victoria yendo para adelante y casi sin estudiarse.
San Lorenzo de la mano de Verón y Romagnoli intentaba por la banda izquierda. En cambio Quilmes triangulaba con Caneo, Telechea y Zacaría tratando de encontrar a Boghosian.
Claro que los centros del chino Benítez también se convirtieron en un arma importante.
De hecho uno de esos centros desde la derecha fue mortal: varios jugadores quisieron conectar el cabezazo pero fue Telechea que entrando por la izquierda metió la pierna para que el Cervecero pasara a ganar el partido.
El partido siguió siendo parejo como hasta ese momento, pero San Lorenzo estaba decidido a empatar. Tras una corajeada de Verón por izquierda, el jugador remató al arco y Peratta no pudo contener el disparo. Otra vez iguales.
Luego del empate cuervo, Quilmes se cayó sorpresivamente y el juego y la tenencia del balón fueron propiedad casi exclusiva del visitante. Pérez se cerraba mucho para colaborar con los centrales y descuidaba la banda derecha de San Lorenzo. Así y todo Martínez estuvo lo bastante firme en la marca y en los rechazos, por ende las insinuaciones del Ciclón no prosperaron.
Final de la primera etapa y cambio de cara obligado para el Cervecero.
El segundo tiempo ofreció un Quilmes más decidido, más protagonista y con un esquema de juego más ensamblado y pulido.
A los once minuto Caneo y un gran gesto técnico asistieron a Abecasis, bien posicionado, para que el ex River definiera de manera exquisita y pusiera otra vez en ventaja al Decano del fútbol argentino.
Ojo que esta vez Quilmes no mermó en actitud y fue por más. Torrico le negó de manera formidable a Telechea lo que hubiese sido el tercero.
Cuando la cosa mejor venía, Cauteruccio aprovechó una distraccion de la defensa y una reacción tardía de Carli para volver a poner las cosas empardadas.
Parecía que el destino quería el empate. Pero este misterio de la vida no contaba con la aparición y regreso de un muy querido pibe de Alsina y Lora, que tras su paso por Santamarina de Tandil volvió al Cervecero por revancha. Claro que si, el Pitu González capturó un rebote y de volea sentenció lo que fue el gol más lindo e impactante de la noche quedándose los tres puntos en el sur.
Buen y necesario paso en esta larga y ardua carrera. Sin dudas fue el mejor rendimiento sobre los cuatro partidos jugados. Vivas tiene a la vista una señal que le está indicando que el equipo en formación y especialmente el sistema de juego están empezando a amalgamarse.
Paciencia, laburo, sacrificio, talento y tranquilidad.
Fotos de Alberto Hougham para PasiónCervecera.