No nos merecemos esto

Impresionante manifestación de hinchas genuinos en páginas web y redes sociales mostrando su inconformismo y dolor frente a la muy pobre actuación en Mendoza.

No se puede decir que Quilmes jugó mal, porque Quilmes ni siquiera jugó.
No pienso analizar públicamente los rumores que se entrelazan por todos lados y que hablan de una posible «cama». No hay prueba alguna que avale dicha teoría. De existir alguna, no estaría escribiendo esta crónica.

Pero la realidad indica de que este comienzo de campeonato asusta mucho. Cuesta recordar e imaginar un momento tan flojo en la vida de esta institución. Y es que todo va de la mano: la mala (y hasta a veces ausente) administración del club, el pésimo estado financiero y la falta de un proyecto futbolístico serio, son las causas naturales de esta debacle de la que se percibe de difícil salida.

De lo estrictamente deportivo no hay mucho que decir, este espacio supo cosechar un gran grupo de lectores que se animan al análisis de forma clara y pasional. Pero por mencionar algo, y aca viene lo tragicómico, debo admitir que los tres cambios al unísono más la inmediata lesión de Leyes, son cosas que creo que solo le pasan a Quilmes. ¿Fatalidad? Para nada. Error del técnico. Manotazo de ahogado.

Muchachos: echamos a Vivas por menos que esto.
Godoy cruz le terminó haciendo tamaña oferta a un Quilmes con nueve jugadores. La clave de la no goleada fue la lástima por parte de los cuyanos.

¿Hasta cuando vamos a reincidir una y otra y otra vez con esta tristísima película? El título de este artículo hace referencia a los hinchas genuinos, a nosotro. A los que ponemos religiosamente los 120 pesitos mes a mes para que estos caballos camarilleros cobren en moneda estadounidense, para que la patética y malformada raza denominada agrupación azul y blanca haga de nuestro club a veces su hobby, a veces su feudo.
Los incorregibles y los soberbios se merecen esto y algo aun mucho peor.

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