Los disturbios en la tribuna de Quilmes en la previa al partido con All Boys fueron parte un nuevo episodio de una sangrienta interna que mantienen desde hace más de dos años las dos facciones de la barra por el control de negocios dentro y fuera del club. La pelea dejó en evidencia la ineficiencia o complicidad tanto de los dirigentes como de la policía, encargada del operativo de seguridad.
En una pequeña crónica de los hechos, el enfrentamiento comenzó alrededor de 18.50, a unos veinte minutos del inicio del partido. El sector de los Becerras, ex líderes de la barra brava apareció ayer en la zona de la cancha pero sólo un grupo minúsculo ingresó al estadio. E inmediatamente después entró “la barra oficial”, que lidera Ramiro Bustamante (hasta el día del partido se encontraba detenido) al canto de “acá está la verdadera banda de Quilmes”.
Una versión indica que los Becerra quisieron “copar la parada” sin embargo, una porción importante de su grupo quedó fuera de la cancha y cuando trascendió lo que estaba sucediendo, la policía evitó que puedan ingresar.
La pelea fue brutal y las imágenes captadas por las cámaras de televisión representan llanamente lo ocurrido. El foco se hizo puntualmente en la paliza que le dieron a Mario “Marito” Becerra, uno de los hijos de Osvaldo ‘Dedo’ Becerra, ex líder de la Barra Brava.
Según los datos oficiales, tanto de la policía como los que salieron –al otro día- del Hospital de Quilmes, aseguran que resultaron heridas siete personas, la de mayor gravedad ‘Marito’, producto de una puñalada en el abdomen, con un destornillador. El hijo de “Dedo”, fue dado de alta ayer, pero estuvo dos días internado en el Isidoro Iriarte, con un respirador artificial. De los otros seis, tres fueron dados de alta el martes, y los otros tres desaparecieron del nosocomio durante la madrugada de ese mismo sin el alta médica y sin que la seguridad policial se percatase.
Luego del partido el vicepresidente primero del club, Andrés Meizsner culpó al a policía por permitir el ingreso de los barras armados, aseguró que Quilmes cumplió con todos los requisitos establecidos por el APREVIDE para que el estadio esté en condiciones de albergar un acontecimiento deportivo y que se encontraba “limpio”. De esta manera deslindó cualquier tipo de responsabilidad del club y es el argumento que utilizará en la asamblea de AFA cuando el QAC intente que no le suspendan la cancha. Por su parte, el jefe del operativo policial, titular de la Distrital Quilmes, Comisario Inspector José Jaule, aseguró que los cacheos se realzaron de la forma correcta.
Las versiones de la dirigencia y de la policía no logran explicar varios interrogantes: ¿Cómo ingresan al estadio personas con derecho de admisión?, ¿Quién permitió su ingreso y por qué?; ¿Cómo ingresaron armas blancas al Estadio, falló el cacheo o estaban dentro del Centenario?; En términos de barras ¿cómo quiere un grupo minúsculo, menos de 10 personas, “copar la tribuna” y “ganarse el lugar”?; ¿Qué hubiese pasado si hubiesen entrado todos los que venían con el grupo de los Becerra?.
Al momento hay tres detenidos: Osvaldo Becerra Jr, Rubén Romano y Gustavo Paniagua. Según Gustavo Grabia, periodista del Diario Ole, estos últimos dos, serían barras bravas de Berazategui y Defensa y Justicia, respectivamente.
Ayer el Intendente de Quilmes, Francisco ‘Barba’ Gutiérrez aseguró que pedirá a la justicia que se Clausure el Estadio Centenario, por los hechos de violencia producidos el pasado lunes.
Antecedentes
La pelea entre las facciones de las barras de Quilmes el añeja y tiene muchas aristas. Pero este último enfrentamiento tiene antecedentes puntuales y razones claras, las mismas que los hicieron enfrentarlos en varias ocasiones durante 2013.
El 24 de abril, dos automóviles en el que viajaban diez personas atacaron el lavadero de Avenida La Plata y Laprida, propiedad de Dedo Becerra. Por el hecho quedó internado “El Marciano”, hermano del ex barra. La respuesta no tardó en llegar. Cuatro días después, en la previa al partido Quilmes – River, un peogeot 206 gris y una motocicleta, interceptaron uno de los micros en el que viajaba la Barra, en Mozart y Solís, camino a la subida de la autopista de Quilmes y tirotearon el colectivo. Por el hecho quedaron heridos cinco personas una de gravedad con un disparo en la cara.
La razón de la pelea, el manejo de los puestos de vendedores ambulantes de la Estación de Trenes de Quilmes que al día de hoy maneja la gente de Dedo.
Relaciones Políticas
A pesar que Aníbal Fernández declaró que no conoce a ninguno de los barras, cuando ganó las últimas elecciones en el QAC, Osvaldo “Dedo” Becerra estaba con él en el buffet del club, festejando, junto a la agrupación Azul y Blanca.
Los Becerra son el “Grupo de Pintada” de la agrupación Arturo Jauretche, la agrupación de Aníbal en Quilmes, aunque él ahora quiera deslindarse. En las últimas elecciones legislativas, los Becerra pintaron para Daniel Gurzi, actual concejal, quien era el candidato de Aníbal. Para evitar cualquier suspicacia, en el Lavadero de Av. La Plata y Laprida colgaba una bandera con la cita “Gurzi Concejal”.
Periodista Programa El Termómetro
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Fotos agencia DyN