Luego de ir perdiendo por dos goles, Quilmes logro empatar y rescatar un punto en su visita a Rafaela.
Si desnudo mi costado pesimista (y realista), lo primero que se me ocurre decir es que no es para nada algo bueno que tengan que ser los centrales los que hagan los goles. Pero lamentablemente no hay otra cosa. Si no es de defensor es en contra.
Si en cambio me aflora el optimismo diría que el punto sirve. Que de ganarle a Estudiantes y seguir con la media inglesa la salvación sería un hecho.
Ahora yo me pregunto: ¿tan difícil es jugar como se jugó después del gol de Martinez? ¿Hace falta no solo ir perdiendo, si no descontar para ponerse las pilas? A lo mejor soy un romántico de la vieja escuela que nunca y en ninguna situación le gusta jugar al punto.
Si bien si el punto sirve o no, se sabrá el próximo fin de semana, me reconforta un poco saber que como se dio el partido, el resultado final le aporta motivación y buenas vibras al equipo.
Quilmes agonizaba, y los ingresos del Pitu y de Telechea (en menor medida) le pegaron una lavada de cara bárbara al equipo. Fue el empujón que hizo falta para decidirse a ir a buscar la paridad. Humildemente considero que ambos deben ser de la partida frente al pincha.
Sacarle brillo a los guantes y subir al cuadrilátero.