Quilmes volvió a perder, fue un equipo tibio, sin alma y que encima se dio el lujo de desperdiciar un penal. Garnier se peleó con varios hinchas y Caruso dejó de «sufrir». Mientras el presidente disfruta del Indio Solari en Entre Rios, nosotros, los que amamos al Cervecero nos vamos al descenso. Otra vez.
Podré encontrarme en un estado avanzado de pesimismo, pero es realmente lo que me transmite este equipo. Podrán dar los números, pero que dificil la veo. Podrán seguir perdiendo All Boys y Godoy Cruz, pero el problema es 100% nuestro. A brillar mi amor. Hace rato que no brillamos.
Muchos hinchas opinan que el equipo mostró una mejoría, que fue al frente, que intentó por todas las vías y que se hizo lo que se pudo. Y es una opinión totalmente respetable, pero no es la mía. Que el capitán y «figura» de este plantel ceda un penal a un jugador claramente inferior en cuestiones técnicas es la demostración perfecta de la pobreza que cargan encima los hoy responsables de vestir la gloriosa camiseta de Quilmes.
Escuché por ahi que Estudiantes no fue mucho más que Quilmes. ¿De que hablan? ¿Viven una realidad paralela a la que estoy viviendo yo? De ser así por favor llevenme.
El equipo en su conjunto jugó mal y hasta por momentos era como estar viendo una representación del pobre siendo vapuleado por el rico, del mendigo rogando monedas. Hasta los más dignos la pifiaron esta vez (Dulcich y Pérez Godoy no tengo reproche alguno hacia ustedes). Y es que hasta el entrenador se equivocó. Y con ganas. Abecasis no debió jugar. Intento de desborde por la banda derecha desperdiciado.
Ojalá nos salvemos, ojalá me puteen todos los optimistas una vez logrado el objetivo, ojalá los jugadores patoteros que invitan a pelear a los genuinos dueños del club no jueguen nunca más en Quilmes.
Me despido no sin antes citar una gran frase del Indio Solari: «Apuntamos a tu nariz, hundimos tus pómulos y vos resplandecías. No te quedó sueño por vengar y ya no esperas que te jueguen limpio nunca más»