Contundente y categórica victoria del equipo de PABLO QUATROCCHI que reventó a Arsenal por cuatro tantos contra cero.
El lunes se vivió en el centenario algo que no se vivía desde aquel dos cero vs Gimnasia que nos mantuvo en primera. Desconozco si todos los presentes lo habrán vivido de la misma manera.
Algunos me tildaran de quilombero, pero yo no me olvido de las puteadas al equipo y al entrenador en la derrota frente a San Lorenzo. Siempre escribí desde mi corazón, y sin ánimo alguno de confrontar, siento que esta victoria es para ellos. Seguramente suene contradictorio. La vida está llena de esas cosas.
Hace tiempo que mis notas no se centran meramente en lo futbolístico, para eso está el capo de Gaston Hirschband. Lo mío va más de animal. No ando muy racional últimamente.
¿Pero como dejar afuera de estas líneas a ese guapo malevo y provocador llamado Brian Sarmiento? Que buen refresco de Caneo que estamos teniendo.
Todos anhelamos que esta goleada sirva como despertar. Habrá que esperar para ver. La bocanada de aire fue tan inmensa como necesaria.
Lo más lindo de todo, al menos para mi, no fueron los tres puntos, si no la manera de encarar el partido, la voluntad mostrada y fundamentalmente el poder de recuperación del equipo.
Insisto con lo de seguir bancando a muerte este proyecto. El que abandona no tiene premio.
Con la misma actitud se puede repetir la cosa ¡¡Vamos Quilmes!!
Apoyar, aplaudir, solamente cuando se logran objetivos es no reconocer que para ello, para los logros, es necesario, primero el esfuerzo, reconozcamos el esfuerzo que se está haciendo desde que se comenzó este proyecto y los esforzados redoblarán su dedicación, que es ,lo que se vio contra Arsenal, ya habrá tiempo para disfrutar de los logros pero sin esfuerzo previo no se hubiera logrado nada.